Por: Vinícius Ferreira
Ante el auge del tráfico aéreo en la región de Latinoamérica, ha sido necesario buscar innovaciones tecnológicas para optimizar la experiencia de los viajeros.
En 2023, por ejemplo, las aerolíneas de la región reportaron un aumento del 44.1 % en el tráfico interanual, mientras que la capacidad creció un 34 %. Este impulso se mantuvo en 2024, cuando la demanda de viajes alcanzó un récord con un incremento del 13.4 % en comparación con el año anterior.
En este contexto, sistemas de autenticación como los biométricos destacan por su capacidad para agilizar los procesos de controles de seguridad y embarque, garantizando un recorrido por el aeropuerto mucho más fluido, eficiente y sin complicaciones para los pasajeros.
En los aeropuertos las personas se enfrentan a desafíos como largas filas en el check-in, complejos procesos de entrega de equipaje y repetidas verificaciones de identidad que ralentizan su tránsito; además, las esperas en los controles de seguridad, la complejidad de los procesos de inmigración y la confusión en las áreas de recogida de equipaje contribuyen a una experiencia estresante.
La implementación de sistemas biométricos en los aeropuertos mejora significativamente la experiencia del pasajero al simplificar la verificación de identidad en puntos clave de las terminales. Al sustituir los métodos tradicionales por la biometría, los aeropuertos pueden gestionar un mayor volumen de personas sin comprometer la seguridad, optimizando así su capacidad operativa y elevando la calidad del servicio.
Reconocimiento facial potenciado por IA
El reconocimiento facial está en constante evolución gracias al desarrollo de algoritmos más sofisticados que son entrenados con conjuntos de datos obtenidos éticamente, los cuales incluyen una amplia gama de características demográficas como género, edad y tonos de piel, lo que ayuda a reducir los sesgos de raza, garantizando una identificación más precisa para todos los viajeros. Esta tecnología no solo beneficia a los pasajeros, quienes pueden moverse de manera más rápida y sin contratiempos, sino que también optimiza las operaciones y mejora, en términos generales, la seguridad de las terminales aéreas.
Uno de los principales beneficios es que el rostro de los viajeros se convierte en su propia tarjeta de embarque, eliminando la confusión y los retrasos relacionados con la presentación de documentos tradicionales, acelerando el paso por los puntos de control y reduciendo las esperas. Además, la tecnología de reconocimiento facial, que combina inteligencia artificial con algoritmos avanzados de detección de ataques de presentación (PAD), refuerza la seguridad al identificar posibles amenazas y prevenir el uso de identidades falsas.
Desde el punto de vista operativo, los sistemas biométricos automatizan el proceso de verificación de identidad, permitiendo al personal del aeropuerto enfocarse en otras tareas críticas. Este enfoque no solo reduce las filas, sino que también incrementa la eficiencia general, lo que resulta en operaciones más fluidas y rentables para aeropuertos y aerolíneas.
Finalmente, en los puestos de control fronterizo, la tecnología biométrica acelera la verificación de identidad, ayudando a las autoridades a detectar amenazas con mayor rapidez y precisión, lo que contribuye a un control migratorio más seguro y efectivo.
El recorrido del viajero con autenticación biométrica
La biometría transforma de manera más eficiente la experiencia del viajero en cada etapa del proceso.
Check-in: los pasajeros pueden comenzar su viaje mediante el check-in en su dispositivo móvil o directamente en el aeropuerto. Al comparar una selfie con la foto de su documento de identidad, se genera una credencial de viaje digital segura en cuestión de segundos. Este proceso ágil les permite pasar por los controles de identificación con un escaneo facial rápido y sin contacto, reduciendo significativamente los tiempos de espera.
Autenticación segura: existen en el mercado soluciones biométricas como el Sistema de Identificación por Cámara HID® U.ARE.U, diseñadas para superar condiciones de iluminación difíciles y adaptarse a diversas demografías, garantizando una identificación rápida y sin inconvenientes, lo que las convierte en una herramienta eficaz para la verificación precisa de identidad a lo largo de las terminales aéreas.
Uso de la inteligencia artificial (IA): los sistemas biométricos de puertas de embarque automáticas que incorporan reconocimiento facial impulsado por IA permiten a los viajeros abordar los aviones de manera fácil y segura, reduciendo los tiempos de espera y disminuyendo la carga de trabajo del personal de la aerolínea, mientras se incrementa la seguridad.
Control migratorio: con una comprobación de identidad basada en características biométricas únicas, se refuerza la seguridad fronteriza al permitir una mejor detección de actividades fraudulentas.
Entrega automatizada de equipaje: con un simple escaneo facial, los pasajeros pueden realizar el autoservicio en el proceso de facturación, vinculando de forma segura su identidad con el equipaje, simplificando el procedimiento y eliminando la necesidad de múltiples verificaciones manuales, lo que acelera su tránsito.
Es así como la tecnología biométrica tiene el potencial de transformar los viajes aéreos en América Latina al ofrecer una experiencia más segura y fluida, permitiendo que los pasajeros disfruten de un proceso de autoservicio en cada etapa de su recorrido. A medida que estas soluciones continúan avanzando, es probable que su adopción crezca aún más hasta el punto en que el reconocimiento facial se convierta en el principal, o incluso único, método de identificación y verificación a lo largo de todo el viaje, lo que no solo mejoraría la seguridad, sino que también redefiniría la comodidad y eficiencia de los desplazamientos aéreos.
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