El uso más extendido del robot es en las enfermedades urológicas; sin embargo, ginecólogos, cirujanos bariátricos y especialistas de cabeza y cuello también están incursionando en este sistema con excelentes resultados para el paciente
Desde hace algunos años se habla de la cirugía asistida por robot, y ya en muchos países es común que ciertas intervenciones se hagan mediante el uso de estos, cirugías realizadas incluso en los sistemas de salud pública.
El Centro Médico Docente La Trinidad (CMDLT) cuenta con el Sistema da Vinci, altamente avanzado por su alta precisión, menor invasión y una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente, siendo un Centro con alto volumen de intervenciones.
Actualmente, el Sistema da Vinci se utiliza principalmente en intervenciones del área urológica. El especialista en Urología Oncológica y jefe del Servicio de Urología del CMDLT, Gastone Valongo, es uno de los profesionales médicos certificados en cirugía robótica y quien ha liderizado el programa asistencial y docente de cirugía robótica en este centro.
“Dentro del campo de la cirugía robótica, el Sistema da Vinci es la herramienta más sofisticada e innovadora. Ha sido adoptado desde hace mucho tiempo en hospitales de Norteamérica y Europa, para el abordaje de una amplia variedad de enfermedades. Desde hace varios años está disponible en Venezuela, y permite a los cirujanos realizar intervenciones complejas y delicadas mediante pequeñas incisiones, o a través de orificios naturales, con una precisión sin precedentes”, destaca Valongo.
El Sistema da Vinci tiene tres componentes: la Consola, desde la cual el cirujano manipula el robot con una visual en 3D e imágenes amplificadas hasta 10 veces; el Carro Robótico, que conforma los brazos robóticos que reproducen los movimientos del cirujano y es el equipo que interactúa con el paciente; y el Carro de Visión, que representa el hub de comunicación de todos los componentes del sistema, con pantallas de alta definición que permiten al equipo de asistentes médicos ver en tiempo real lo que está sucediendo al interior del paciente durante la cirugía.
Más allá de urología
Si bien el uso principal del robot es en el campo de la urología, para el tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata y de ciertos tumores malignos de riñón y vejiga, los pacientes oncológicos no son los únicos que pueden beneficiarse. Dependiendo de las características, algunos pacientes se benefician del tratamiento de enfermedades benignas con este método, minimizando la aparición de complicaciones, reduciendo el dolor postoperatorio y los tiempos de recuperación.
“Es utilizado también para cirugía renal, malformaciones urológicas, cirugía de crecimiento benigno de próstata; y hay otras especialidades, como ginecología, que también hacen uso del robot en histerectomías y cirugías de piso pélvico. Recientemente, especialistas de cabeza y cuello están empezando a hacer intervenciones oncológicas así como cirugía bariátrica para tratamiento quirúrgico de la obesidad”, añade Valongo.
Ventajas de la cirugía robótica
El robot fue diseñado para potenciar las habilidades del cirujano quien opera a distancia del paciente, pero dentro del mismo quirófano, sentado frente a la consola desde la cual manipula los mandos del robot con una visión óptima y amplificada de alta resolución.
Desde el enfoque del cirujano, el Sistema da Vinci ofrece una visión excepcionalmente clara y aumentada de la anatomía, sensación de profundidad y tridimensionalidad, acceso a lugares que resultarían difíciles con la cirugía convencional, movimientos exactos y precisos e intervenciones menos invasivas, efectuadas a través de mínimas incisiones y, por lo tanto, menos sangrado.
De cara al paciente, se logra una menor tasa de complicaciones intra y postoperatorias, recuperación menos dolorosa y pronto reintegro a sus actividades, cicatrices más pequeñas y menos visibles.
Médicos en formación
El programa de cirugía robótica no implica únicamente la realización de cirugías, es requisito que los médicos estén formados y certificados para su uso, tal como sucede en el Centro Médico Docente La Trinidad, lo cual garantiza seguridad al paciente y permite que esta valiosa herramienta sea usada solamente por personal calificado.
“En el CMDLT estamos formando en nuestro programa de mejoramiento profesional a nuevos urólogos para que sean cirujanos robóticos certificados”, culmina Valongo.
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