De acuerdo con los resultados del más reciente Índice de Madurez de GovTech, elaborado por el Banco Mundial, Colombia se ubica en el puesto 22 del ranking que analiza diferentes factores para determinar los avances de la naciones en lo que a la modernización del sector público respecta. Así, el país está dentro de los mejores 25 evaluados en todo el mundo, y es la cuarta nación con mejor desempeño en Latinoamérica y el Caribe.

Los buenos resultados obtenidos en temas como el fomento del uso de herramientas tecnológicas, el apoyo a los sistemas gubernamentales básicos, la mejora en la prestación de servicios, entre otros, le permitieron al país mejorar su ubicación en dicho índice con respecto a la lograda en 2020, año en el que alcanzó el puesto 24 en todo el mundo y el sexto en la región.

Sin embargo, a nivel global el panorama es diferente, de acuerdo con el reporte “Agents of Transformation” realizado por Cisco AppDynamics, la empresa número uno en el monitoreo del rendimiento de las aplicaciones, actualmente apenas el 21% de las organizaciones del sector público del mundo cuenta con un enfoque predominantemente estratégico de la innovación. Además, la investigación señala que los profesionales de TI de este sector están dedicando menos tiempo a actividades estratégicas en comparación con sus homólogos de otras industrias.

Lo anterior, combinado con factores como el alza de los precios de la energía, el aumento del costo de vida y la escasez de recursos en las organizaciones públicas, ha generado rezagos importantes en los planes de transformación digital, tanto así que, según un reciente estudio global de McKinsey, solo el 22% de los principales esfuerzos de cambio por parte de los gobiernos realmente cumplen sus objetivos a tiempo y dentro del presupuesto.

La transición hacia entornos y aplicaciones modernas, principalmente basadas en tecnologías nativas de la nube, se presenta a las organizaciones gubernamentales como un trampolín para aumentar la velocidad de innovación y reimaginar las experiencias digitales, sin embargo, actualmente los tecnólogos no cuentan con las herramientas necesarias para administrar y optimizar la disponibilidad y el rendimiento de estos entornos.

Las complejas estructuras de las aplicaciones modernas que generan un volumen masivo de métricas y los dinámicos entornos nativos de la nube, en los que todo cambia constantemente en tiempo real, requieren soluciones que les permitan a los equipos administrar el rendimiento de una manera controlada y proactiva. Afortunadamente, los tecnólogos del sector público tienen claro lo que deben hacer para superar estos desafíos; cifras de AppDynamics evidencian que el 82% de los profesionales considera que la observabilidad de todo su stack tecnológico es fundamental para la transformación digital sostenible y perdurable.

Lo cierto es que reconocen la necesidad de invertir en nuevas soluciones para garantizar la seguridad de las aplicaciones, construir infraestructuras más resistentes, y vincular los datos de rendimiento de TI con las métricas comerciales en tiempo real. “El reto para los equipos de TI es poder integrar la velocidad y la escala de innovación requeridas en sus operaciones diarias, no obstante, deben entender que los buenos resultados toman tiempo. Lo ideal es que enfoquen sus esfuerzos en aplicaciones modernas —nativas de la nube— que puedan proporcionar una plataforma para tener operaciones más ágiles y consistentes”, afirma Joao Fabio de Valentín, director de AppDynamics para América Latina.

A pesar de los obstáculos y la presión, el sentimiento predominante en la mayoría de los departamentos de TI del sector público es positivo. Los tecnólogos han demostrado su valor, aprendido nuevas habilidades y fortalecido su credibilidad. Están listos para aprovechar el impulso que han generado y acelerar la marcha, adoptando un enfoque más proactivo y estratégico de la innovación.

Ahora bien, es imperativo que las organizaciones los acompañen al brindarles las herramientas y los conocimientos necesarios para maximizar el impacto de los programas de transformación digital actuales y futuros, beneficiando así a los usuarios con experiencias digitales fluidas e intuitivas en las que podrán confiar, incluso, en momentos de incertidumbre.