El uso corporativo de drones es cada vez más común en todo el mundo. Empresas de diferentes sectores encuentran en los vehículos aéreos no tripulados (VANT) aliados tecnológicos y estratégicos para el desarrollo de sus actividades. Una encuesta de PwC muestra que, globalmente, el mercado ya ha alcanzado los 127.000 millones de dólares de ventas por año y debería seguir creciendo. Un ejemplo es el sector agroindustrial que, según el estudio, debería expandir el uso de los equipos hasta en un 69% en las próximas décadas.
En Colombia, La Norma 04201, regula a todo lo relacionado con el espacio aéreo compartido civil, y por supuesto contempla las operaciones recreativas, profesionales y comerciales en todo sentido, de personas y empresas en el país.
También, pone de manifiesto varios asuntos importantes que tienen que ver con una flexibilización de los usos de los drones en el país. Por lo que incluso operaciones de aspersión, fumigación, y hasta transporte de insectos, son posibles con esta nueva norma.
Uno de los puntos fundamentales es que con la regulación de Drones en Colombia, es posible tener proyectos que impacten positivamente a la sociedad. Que aunque no se encuentren tipificadas en la norma, se pueden solicitar permisos especiales para su desarrollo, así que si por ejemplo te imaginas que con Drones puedes llevar vacunas a zonas alejadas del país, a pesar de que no se encuentra este caso en la regulación, será posible hacerlo realidad si presentas un proyecto lo suficientemente fuerte ante la Aerocivil.
La nueva normativa, no cubre operaciones del estado, pero sí a todas las personas o empresas que quieran operar Drones o UAS en Colombia.
El principal beneficio del uso de drones en el campo es la posibilidad de generar imágenes aéreas de calidad y amplitud en cualquier territorio de cultivo y, a partir de los registros, analizar tanto su estado actual como de las mejoras a realizar. Con esto, una serie de actividades diarias no solo se pueden automatizar, sino también mejorar.
Un buen ejemplo es el control de plagas y enfermedades. El escaneo aéreo proporciona información instantánea sobre las plagas y la salud de las plantaciones, incluido el nivel de nutrición. Las fotos y videos tomados con los drones brindan precisión sobre el estado de todo el cultivo, 100% digital y en tiempo real.
Además, la tecnología hace el conteo de plantas, muestra fallas y líneas de cosecha, identifica malas hierbas y evalúa el estado general de hojas y/o frutos. Los VANTs pueden incluso mostrar si la tierra necesita más nutrientes o riego, así como irregularidades y características del terreno, señalando los lugares más adecuados para cada tipo de cultivo. Toda esta información, sin duda, proporciona al agricultor una visión mucho más detallada del campo, sin necesidad de que realmente se desplace y realice esta evaluación de forma manual y sujeta a errores.
Desde hace tiempo, reconocemos cada vez más que la tecnología aumenta la productividad general del trabajo en el campo, ya sea automatizando todos los procesos agrícolas, aplicando IoT en máquinas agrícolas, cruzando datos para la toma de decisiones, entre otros usos que ya están consolidados. Ha llegado el momento de incluir drones y todas sus ventajas en este paquete. Es un camino sin retorno, donde el campo se verá beneficiado. Los VANTs aportarán el diferencial que el agronegocio argentino está buscando para ser competitivo en el mercado local y global.
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