*Por Ivaldo Pereira, gerente general de TOTVS Andina
La innovación y la tecnología son dos puntos fundamentales para cualquier empresa que quiera aumentar su productividad y competitividad en la próxima década – y esto cuenta para empresas de cualquier tamaño y sector. Sin importar si son multinacionales o las que operan específicamente en la región andina, los criterios de éxito y las demandas del mercado para hacer más y mejor con menos son los mismos.
Infortunadamente, este escenario aún está lejos de ser una realidad en Colombia. Para tener una idea, a pesar de que el país es la 38ª economía más grande del mundo, solo estamos en la posición 68 del ranking Índice Global de Innovación 2020, realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que forma parte de la ONU.
En la práctica, esto significa que todavía hay muchas oportunidades de mejora en la economía y en la industria colombianas. Invertir en TI y digitalizar la empresa no solo es positivo para facilitar el acceso y automatizar los datos de la compañía, sino que debe verse como una verdadera herramienta de estrategia y productividad para los negocios. Y ese viaje comienza por el ERP.
Tener un sistema de gestión integrada, que sea completo y avanzado debe ser el principal objetivo de las inversiones. El ERP es el principal facilitador de la empresa, para recopilar toda la información relevante e importante de la compañía. No solo los datos más básicos, como los financieros, pero principalmente, todo aquello que interfiera directamente con el core business, como producción, compras, ventas o distribución.
Con todo esto y en unos pocos clics, es mucho más fácil obtener una visión completa y real de la situación de los negocios. Con el ERP, es posible identificar dónde están los posibles problemas, qué departamentos no presentan el rendimiento esperado, y cuáles otros pueden recibir más recursos, alineación entre producción y ventas, y mucho más.
A partir de ahí, es mucho más sencillo llevar inteligencia a todos los sectores de la empresa. En Colombia, es muy común que los clientes reporten que, luego de implementar el ERP, haya sido posible planificar y monitorear mucho mejor las actividades, retos y resultados, identificar las tendencias de la compañía y ajustar la distribución de recursos o reducir costos, por ejemplo. Eso sin hablar de la ganancia total del cumplimiento tributario, lo que por sí solo garantiza una mayor tranquilidad para toda la gestión. Al final, incluso el servicio al cliente o al consumidor final es mejor, ya que todo fluye de forma más natural.
Hay mucho trabajo por hacer. En Colombia y en toda la región andina, todavía es muy común encontrar en empresas de todos los tamaños – incluso en algunas grandes compañías – procesos y registros realizados manualmente o en programas que no unifican la información de manera estratégica. En tiempos de grandes desafíos, como el actual, tener un ERP integral y actualizado puede ser la diferencia fundamental entre ser un negocio exitoso y productivo, o ser superado por la competencia y ser olvidado por el mercado. ¿De qué lado de esta historia su empresa estará?