La gestión integrada desde nubes públicas y privadas no es una propuesta sencilla. La clave está en ofrecer una experiencia consistente en la gestión de los datos y, para ello, la empresa debe contar con una estrategia de almacenamiento de avanzada.
Las inversiones en cómputo y almacenamiento en la nube no paran de crecer cuando las empresas aceleran la demanda de recursos para su transformación digital. La última actualización del IDC Worldwide Quarterly Enterprise Infrastructure Tracker: Buyer and Cloud Deployment reveló una constante alcista en las inversiones dedicadas a soluciones de nube sobre el 17%, que se situaron en más de 18 mil millones de dólares en el primer trimestre de 2022.
Pero atentos: las inversiones en infraestructuras de almacenamiento on premise, o no vinculadas a la nube, siguen viento en popa en los últimos cinco trimestres: casi 10% en el primer trimestre de 2022 y un valor de mercado que rondó los 15 mil millones de dólares, según el reporte de IDC.
¿Qué nos dicen estas cifras? Lo primero es que la economía empresarial, a pesar los riesgos de recesión presentes en muchas naciones, ha decidido apostar por la digitalización para hacerse más eficiente, al tiempo que el paradigma de la nube se ha convertido en el estándar tecnológico para soportar esta aceleración del cambio.
Por otra parte, los datos se han consagrado como la materia prima esencial en la orientación estratégica de los negocios, y esta expansión continua de los datos exige a los líderes de las organizaciones valorar todas las alternativas disponibles para el almacenamiento, cómputo, análisis inteligente y delivery de la información crítica. Esto ha hecho más complejos los ecosistemas de almacenamiento y gestión de los datos, un tablero que se ha hecho desafiante para los CIOs, y que todos los líderes de la organización deben valorar.
Según IDC, la adopción de la nube crecerá hasta un 30,4% en los mercados de América Latina para 2023. En línea con las tendencias globales, esta expansión de inversiones valora escenarios híbridos (nube pública y nube privada) y múltiples proveedores de nube.
Multicloud: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Así las cosas, cuáles son las arquitecturas de nube que conviven en la realidad de las empresas en materia de gestión de los datos y almacenamiento de la información:
1. Nube pública En un entorno de nube pública, un proveedor externo proporciona las capacidades de cómputo, almacenamiento y otros recursos de infraestructura de TI como un servicio.
Lo anterior ha supuesto cambios importantes en muchas de las competencias claves en los equipos de TI en la empresa. A los expertos en data center se han sumado nuevos perfiles como los arquitectos de ambientes cloud, responsables de establecer los criterios de asignación de capacidades a cada instancia y proyecto de TI en el proveedor de nube. En el plano operativo, la nube trajo consigo nuevos desafíos para el liderazgo de TI en materia de gobernabilidad de los datos on premise y en la nube. También ha impuesto una mayor presión sobre la seguridad de los datos que ha pasado del perímetro del centro de datos tradicional a un entorno distribuido, y en muchos casos, geográficamente disperso.
Si bien los principales proveedores de nube pública son Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud Platform, cada vez son más las empresas que ofrecen este servicio
La nube pública ha sido el habilitador de un cambio financiero importante en la gestión de TI: el poder migrar los costos de capital a los gastos operativos (Capex to Opex), al tiempo que muchas partidas por mantenimiento y seguridad se comparten en la relación con el proveedor de nube.
Para los equipos de TI, esta aproximación financiera ha supuesto una mayor flexibilidad para los procesos de innovación basados en tecnología, pues se han liberado de los rígidos procesos de adquisición tecnológica que les obligaba a proyectar gastos de capital en el tiempo, para comenzar a operar por demanda y escalabilidad según lo imponga la realidad del negocio.
Ahora bien, ante la naturaleza expansiva de los datos, la infraestructura de nube pública puede reportar fricciones en cuanto a la gobernanza del almacenamiento de los datos y la velocidad de acceso a esta información crítica, si los mismos residen en instancias diferentes de la nube pública.
Si bien a escalabilidad es una ventaja subyacente al paradigma de la nube, muchas organizaciones valoran además el impacto en los costos operativos que las demandas exponenciales de los recursos de cómputo y almacenamiento pueden llegar a tener. Y es que cuando las demandas no son programadas, según los contratos con algunos proveedores de nube, los montos en las facturas del servicio pueden tornarse prohibitivas.
2. Nube privada
Se trata de un traje a la medida de una sola empresa. Es decir, la tecnología de cómputo y almacenamiento está al servicio exclusivo de una organización que puede ser la propietaria, o que accede a tal infraestructura como un servicio administrado a través de la red. La nube privada es una alternativa para las organizaciones que procuran mantener el control sobre su infraestructura, expandiendo la disponibilidad de recursos administrados por software. Esta modalidad de nube ofrece la ventaja de poder modelar exactamente el ecosistema para la gestión de los datos, así como las tecnologías que se utilizan para construirlo.
Sin embargo, una estrategia de TI basada en nube privada debe luchar con un mayor riesgo de obsolescencia. Como estructura exclusiva sin las ventajas que suponen las economías de escala de las nubes públicas, pueden enfrentar una mayor obsolescencia de componentes críticos de software como las máquinas virtuales, o verse más vulnerable a los errores humanos en la gestión interna, incluyendo una mayor vulnerabilidad a ciberataques en el perímetro.
3. Nube híbrida
Una arquitectura de nube híbrida combina el uso de servicios de nubes públicas y privadas desde una solución de orquestación de las dos arquitecturas.
Bajo este tipo de modelo, el ambiente de cómputo y almacenamiento puede ser gestionado por un proveedor externo que alterne la ubicación de cargas entre estos ambientes: aplicaciones front end en la nube pública, mientras el almacenamiento de la data crítica queda reservado a la nube privada. Para los equipos de TI supone un nivel superior en la gestión de los recursos de TI con mayor flexibilidad y agilidad para responder a las demandas de TI del negocio. Por su parte, todos los departamentos de la organización pueden acortar considerablemente los tiempos de producción y lanzamiento de nuevos productos y servicios basados en tecnología.
La posibilidad de balancear cargas es uno de los principales atributos de la nube híbrida, pero exige férreas políticas de gobernanza para el movimiento de los datos críticos en la operación de TI.
4. Multicloud
Una arquitectura de múltiples nubes, o multicloud, parte de una tendencia de facto en los ambientes empresariales: la integración de los servicios de varias nubes públicas con los servicios de nubes privadas, hibridas y arquitecturas on premise.
Puede ser una infraestructura de cómputo y almacenamiento administrada por terceros, y supone la integración de varios proveedores de nube. Este modelo ofrece las mejores prestaciones cuando de optimizar costos y performance de las aplicaciones se trata.
Los entornos multicloud plantean a los equipos de TI el gran desafío de la gobernabilidad. Sin el respaldo de una tecnología que integre los recursos dispuestos en múltiples nubes, los equipos de TI solo obtienen complejidad, no un verdadero ambiente multicloud.
El éxito en la era multicloud depende de una estrategia de datos consistente en entornos complejos, anclados en una arquitectura de almacenamiento potente.
La clave está en integrar recursos habilitados desde las múltiples nubes, al tiempo que se incorporan tecnologías y soluciones que reducen la complejidad. Para los equipos de TI, este es núcleo de una estrategia de almacenamiento de avanzada.
En este sentido, Dell Technologies impulsa la innovación constante en soluciones de almacenamiento y software relevante para ayudar a los clientes a utilizar múltiples nubes en un sentido real. En consecuencia, la compañía ha invertido 7.600 millones de dólares en investigación y desarrollo para su portafolio de soluciones de storage, y ha adquirido o solicitado más de 26.000 patentes relacionadas con este tipo de soluciones.
Una complejidad difícil de transitar en soledad
De acuerdo con lo expuesto, actualmente las organizaciones tienen un sinfín de posibilidades para manejar y almacenar sus datos, sin embargo, esto plantea una complejidad que es imposible de abarcar en soledad. El aspecto disruptivo que presenta la oportunidad de almacenar los datos en diversos lugares es que la estrategia de almacenamiento contempla la incorporación de al menos un IT trusted advisor. Ahora nos encontramos con un departamento de TI que toma decisiones de impacto para toda la organización, define acciones concretas y selecciona a los mejores proveedores TI para cada necesidad que se requiera a lo largo de su recorrido hacia la transformación digital. Contar con un aliado tecnológico que esté a la altura de los desafíos que impone la era multicloud es vital para el crecimiento de los negocios.
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