UPS (NYSE: UPS) anunció hoy los resultados del UPS Business Monitor™ Export Index Latin America 2018 (BMEI). El estudio BMEI proporciona hallazgos y tendencias sobre el comportamiento de las importaciones y exportaciones de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), un segmento que genera el 60 por ciento del empleo en América Latina . El estudio identifica áreas de mejora para que las empresas fortalezcan sus negocios, ayudándolas a comprender los factores críticos de las transacciones comerciales transfronterizas y brindando información esencial sobre los criterios de toma de decisiones de las PYMEs.
El estudio BMEI 2018, realizado en conjunto con RGX Global Export Network, entrevistó a 2,082 pequeñas y medianas empresas exportadoras e importadoras en 11 países latinoamericanos, y Estados Unidos, de las industrias manufactura industrial, automotriz y alta tecnología. Adicional, se llevaron a cabo entrevistas a fondo con 16 funcionarios superiores de organismos gubernamentales y líderes de la industria de entidades privadas vinculados al comercio exterior y electrónico. Su perspectiva proporciono información sobre el contexto y los antecedentes de cada país, industria y la región.
“A medida que América Latina experimenta un mayor crecimiento en las exportaciones e importaciones por parte de las PYMEs, en UPS queremos equipar a este sector con un entendimiento más profundo de las transacciones transfronterizas para ayudarlos a diseñar una estrategia que satisfaga las brechas entre exportadores e importadores”, señaló Ingrid Ritter, directora de mercadotecnia para la Región de las Américas en UPS.
Principales hallazgos del estudio
El enfoque del estudio en los importadores (compradores) y los exportadores (vendedores) revela hallazgos clave en cuatro áreas de mejora para los exportadores e importadores, a fin de fortalecer sus relaciones comerciales e impulsar el flujo de las transacciones.
Flujo de logística
En el estudio BMEI 2018, se solicitó a los exportadores que autoevaluaran sus ventajas competitivas, dejando a un lado el precio y la calidad del producto. En la muestra total, los exportadores denominaron los servicios de envío y logística como su principal ventaja competitiva; 26% seleccionó esta respuesta.
Además, el estudio revela un efecto categórico de los servicios de envío y logística en las ventas en línea. En el caso de los exportadores que dijeron que sus ventas en línea habían aumentado, el 41% citó los servicios de envío y logística que ofrecen a sus clientes como su principal ventaja competitiva. Flujos en línea
El 73% de los importadores encuestados en América Latina confirmaron que están realizando compras en línea, mientras que solo el 56% de los exportadores de la región venden sus productos en línea. El 70% de todos los importadores latinoamericanos mencionaron que realizan compras en línea a través de los sitios web de sus proveedores.
Los importadores mencionaron que su mayor obstáculo para realizar transacciones en línea era contar con información insuficiente o incompleta del producto como la descripción del producto, fotos y especificaciones técnicas, disponibles en el sitio web del proveedor o en los marketplaces.
El uso de canales en línea para llevar a cabo transacciones comerciales todavía está rezagado con respecto a los canales tradicionales, como son el teléfono, el contacto cara a cara y el fax. Sin embargo, el estudio reveló que los importadores demostraron una mayor tendencia que los exportadores a adoptar canales en línea para las transacciones.
El 29% de los exportadores que informaron un aumento en las ventas en línea, mencionaron que los compradores indicaron que querían realizar sus compras en línea como el principal motor para aumentar las ventas.
Flujos de pago
Los exportadores en los Estados Unidos indicaron una mayor aceptación de las tarjetas de crédito y PayPal (39%) que sus contrapartes en América Latina (10%), pero incluso en los Estados Unidos, los niveles de penetración de los métodos de pago digital son bajos.
El impacto general de las ventas y compras en línea sobre los costos de las transacciones ha sido mínimo; 57% de los exportadores y 50% de los importadores informaron no haber tenido cambios. Además, el 28% de los exportadores y el 34% de los importadores informaron un aumento en los costos de las transacciones, destacando así el hecho de que lo digital no significa necesariamente más barato. Flujos de proveedores
Las PYMEs importadoras y exportadoras están bastante de acuerdo en lo que se refiere a identificar los principales puntos débiles en la relación entre compradores y proveedores. Los aspectos más críticos de las transacciones transfronterizas –aparte del precio y la calidad del producto– coinciden. Ambas partes citaron soluciones de envío y logística, flexibilidad en los términos de pago y servicio posventa, como los tres principales y críticos aspectos en la relación proveedor-comprador.
El 88% de los importadores dijo que considerarían cambiar de proveedor, y desatacaron la alta probabilidad de que los importadores cambien si les ofrecen mejores términos y condiciones. Este pequeño grupo citó la “buena relación entre el precio y la calidad de los productos del proveedor” (44%) y “una relación de larga duración entre el proveedor y el comprador” (35%) como las dos razones principales por las cuales no cambiarían de proveedor.
En el estudio BMEI 2018, la mayoría de los exportadores e importadores indicaron que experimentaban retrasos en las entregas (63% y 79%, respectivamente). La causa principal de las demoras en las entregas que mencionaron ambas partes fueron los retrasos en la producción.
Información relevante por industria
En cuanto a los flujos de pago, la industria automotriz es la que tiene mayor nivel de aceptación por las transacciones en línea con las tarjetas de crédito (23% vs.18% de la muestra total) y el uso de PayPal (18% vs. 9% de la muestra total).
En los flujos en línea, la brecha entre el uso de los canales en línea identificados por los exportadores e importadores persiste en el desglose por industria, con la brecha más grande en la industria de manufactura industrial (18 puntos porcentuales) y la brecha más pequeña en la industria de alta tecnología (10 puntos porcentuales).