• Las empresas y los trabajadores exigen una mayor flexibilidad frente a preguntas relacionadas con modelos de trabajo basados en objetivos y surge un nuevo perfil de liderazgo empático. • El trabajo de campo se realizó en mayo de 2020, con 1000 encuestados, entre 18 y 60 años, en Australia, Francia, Alemania, Italia, Japón, España, Reino Unido y Estados Unidos. En Colombia, participaron equipos de trabajo de más de 14 empresas.
La emergencia sanitaria ha impactado significativamente el mercado laboral a nivel global centrando las discusiones en la protección de las plazas de trabajo y recientemente en la preparación y percepción de una fuerza laboral que deberá adaptarse a un mundo post COVID y poner en práctica los aprendizajes emocionales y profesionales adquiridos en estos meses de incertidumbre. El más reciente estudio del grupo Adecco, revela la percepción, expectativas y actitudes de los trabajadores y líderes frente al impacto en el corto y largo plazo de la pandemia en el restablecimiento de las normas del lugar de trabajo.
La investigación reveló que el mundo laboral está listo para un nuevo modelo “híbrido”, con 74% de los trabajadores encuestados que afirmaron que una combinación de trabajo basado en la oficina y remoto es la mejor manera de avanzar. El ideal universal de pasar la mitad (51%) de su tiempo en la oficina y la otra mitad trabajando remotamente (49%), trasciende geografías, generaciones y estado parental. Y los ejecutivos de la compañía están de acuerdo, con casi ocho de cada diez (77%) líderes de C-suite dicen que las empresas se beneficiarán de una mayor flexibilidad.
El 69% de los trabajadores están a favor del trabajo basado en los resultados, en los entregables brindados a la empresa, en lugar de un número determinado de horas. El 74% de los ejecutivos consultados, está de acuerdo en que debe revisarse la duración de la semana laboral.
En Colombia, frente a la pregunta acerca del promedio en el número de horas que trabajó previo a la pandemia, el 53% afirmó que trabajó 48 horas, el 20% que laboró 50 horas, el 13% 40 horas, un 7% 45 horas y el 7% restante 10 horas. En el periodo previo a la pandemia, el 46% declaró estar muy de acuerdo con que fue un tiempo en que estuvo muy motivado, el 66% afirmó estar de acuerdo en que fue un periodo muy productivo, el 47% manifestó estar de acuerdo con que tuvo relaciones sólidas con sus colegas y el 60% estuvo de acuerdo en que logró mantener un equilibrio entre el trabajo y vida personal.
El 40% de los colombianos consultados aseveró que su experiencia de trabajo durante la pandemia ha sido bastante positiva, el 26% bastante negativa y otro 26% ni negativa, ni positiva. Al solicitarles ampliar su percepción, el cambio y la adaptabilidad, fueron las sensaciones más mencionadas, al igual que una mayor carga de trabajo, aumento en el número de horas laboradas y el reto de equilibrar la vida personal y laboral.
La pandemia también ha exigido un nuevo conjunto de competencias de liderazgo y estas expectativas se espera que aceleren una reinvención del líder moderno. La inteligencia emocional se ha convertido en el rasgo definitorio del gerente exitoso de hoy, pero la brecha de habilidades blandas es evidente. El (28%) de los encuestados dijo que su bienestar mental había empeorado debido a la pandemia, con solo 1 de cada 10 calificando a sus gerentes altamente en su capacidad para apoyar su salud emocional.
Seis de cada diez encuestados, dice que sus habilidades digitales han mejorado durante la cuarentena, mientras que el 69% está buscando nuevas habilidades digitales en la nueva normalidad. Una amplia gama de habilidades, fue identificada en la fuerza laboral como importante, incluida la gestión remota del personal (65%), habilidades blandas (63%) y pensamiento creativo (55%).
En Colombia, el 86% de los encuestados espera actualizaciones periódicas sobre el rendimiento y los planes de la empresa. Para Estheban Acevedo, Center Regional Manager en Adecco Colombia, “esta es una oportunidad para las compañías y equipos de trabajo de implementar nuevas mejores prácticas, fortalecer aquellas que funcionaban y tornar los aspectos negativos en un reto a mejorar. Este momento histórico dará lugar a una fuerza laborar resiliente y espacios de trabajo inclusivos que deberán adaptarse a la cuarta revolución industrial.”