Además de superar con mucha distancia el ancho de banda potencial del tradicional cable de cobre, la fibra óptica ofrece múltiples ventajas tecnológicas para el presente y el futuro, perfilándose como una inversión más segura y rentable.
Por: Irú Scolari Solution Sales para Furukawa Electric en la Región Andina
Aunque hace algunos años la baja del precio significó para la fibra óptica una mayor demanda y el fin del mito de que era una solución “muy costosa”, esta tecnología en la actualidad está tomando fuerza debido a sus propias cualidades, características y capacidades con respecto a otras alternativas tradicionales, como lo es el cobre.
La fibra óptica, particularmente en la última década, se ha consolidado como la principal alternativa de conectividad de alta velocidad para soportar el crecimiento de la transmisión de datos, voz y video, abarcando tanto a los hogares como a los negocios, lo cual se ratifica en las fuertes inversiones que empresas y gobiernos realizan en estos momentos alrededor del mundo.
Implementaciones en fibra óptica representan hoy el elemento clave para la infraestructura tecnológica que consolidará la Internet de las Cosas (IoT) y las ciudades inteligentes, en el marco de la era de la digitalización y el Big Data.
La fibra óptica representa la solución de conectividad indispensable en el actual proceso de digitalización debido a que constituye una verdadera carretera de alta velocidad, apta no sólo para soportar demandas crecientes, sino que también para enfrentar la rápida evolución tecnológica de las redes y las telecomunicaciones. De hecho, será un factor importante en el despliegue de la próxima red 5G.
Ventajas de Peso
La fibra óptica es un medio de transmisión de datos fabricado con material basado en vidrio y polímeros plásticos, que tiene como cualidad fundamental la transmisión de pulsos de luz que viajan a través de la fibra, de extremo a extremo, a altas velocidades y a largas distancias.
Aunque la fibra óptica ha sido aplicada con bastante éxito en la medicina, por ejemplo, para iluminar zonas interiores del cuerpo, es en el ámbito de las telecomunicaciones en donde alcanza su mayor desarrollo, ya que es un canal único para transmitir información o datos sólo en milisegundos, cubriendo grandes distancias sin que haya ninguna atenuación.
Más allá de sus capacidades tecnológicas, la fibra óptica posee varias ventajas, las que se inician en áreas como el transporte y despliegue. El cobre resulta más pesado y necesita un mayor diámetro por lo que es un material menos flexible, más costoso de transportar en altos volúmenes y, por ende, más difícil también de instalar en terreno. Por otro lado, la fibra óptica posee un ciclo de vida mayor que el cable de cobre, ya que el primero posee un horizonte de uso de entre 30 y 50 años, sumando que existen otros aspectos clave en donde el ganador también es la fibra.
Además, hay dos variables desde el punto de vista de costos y operación en donde la fibra toma ventaja. La primera, este material tiene un menor consumo energético por usuario que requiere para operar la fibra óptica, y la segunda es que también tiene una menor exposición a ruidos o interferencias respecto del cobre, el que puede sufrir alteraciones por radiaciones o interferencias a las que el cableado de fibra es totalmente inmune.
Velocidad y Confiabilidad
Sin embargo, en donde la fibra logra consolidarse en forma definitiva respecto del cobre es en las capacidades de distancia, velocidad y ancho de banda. La fibra óptica ha sido reconocida por estar desplegada en forma transoceánica y por los servicios “triple play” (voz, datos y video) para el hogar, también en redes LAN (Local Area Network). Gracias a tecnologías como GPON (Gigabit Passive Optical Network), red de fibra óptica monomodo cuya topología es punto-multipunto, se obtiene hoy un ancho de banda muy superior respecto del cobre, el cual opera con splitters ópticos, que no consumen energía eléctrica. Estas soluciones pueden llegar hoy en cada OLT (Optical Line Termination) hasta 2,5 Gigabits por segundo (Gbps), aunque en el futuro próximo alcanzarán los 100 Gbps.
Asimismo, en cuanto al ancho de banda, la fibra óptica hoy alcanza magnitudes medidas en Terabits por segundo, específicamente, hoy llega hasta los 60 Tbps, mientras que el cobre sólo alcanza un máximo de 10 Gbps.
En conclusión, en ancho de banda, velocidad, distancia, confiabilidad y seguridad la fibra óptica supera al cobre. Incluso en temáticas como el consumo de energía. Hoy la fibra va desde troncales hasta prácticamente el escritorio, con un potencial de crecimiento muy alto, por lo que es sinónimo de innovación y una inversión tecnológica preparada para el futuro.