Por Francisco Larez, vicepresidente de Progress para América Latina y el Caribe
En el plano de la tecnología, la innovación es un aspecto constante que moldea el mundo empresarial y el futuro de la sociedad. Con el 2024 comenzando, ya se vislumbran cuáles son los movimientos tecnológicos que encontrarán su auge en el año por venir. Latinoamérica, así como es diversa y compleja, también se presenta como terreno fértil para sacar provecho de estos movimientos y competir en la economía global.
El desafío y misión que define a esta era es proyectar a las empresas hacia adelante en un mundo impulsado por la tecnología. El punto de partida para lograrlo es entender cómo adaptarse a las necesidades de los consumidores. En este escenario, la productividad y la competitividad serán los dos ejes fundamentales a los que las empresas deben volver constantemente para asegurar fidelidad de los clientes y, en consecuencia, creciente participación en el mercado. La productividad implica entender cómo podemos mantener la excelencia y optimizar recursos en una economía muy exigente e inestable. Competitividad, para estar a la altura —y más allá— de las expectativas de un mercado demandante.
La buena noticia es que la tecnología llegó para dar soporte a los procesos empresariales y facilitar el cumplimiento de estos objetivos. Aprovechar las tendencias que marcarán el 2024 es un primer paso para escalar los negocios y transformarse en protagonistas de la innovación.
En primer lugar, la transformación digital dejó de ser una opción para transformarse en una necesidad. Según el informe Latin America ‘s Internet Penetration, elaborado por Atlántico, Latinoamérica ha experimentado un notable aumento en la penetración de Internet en la última década, alcanzando un 78%, superior incluso a China. México, en particular, demostró un salto significativo, al elevar su penetración de Internet del 40% al 77%, en el mismo periodo.
Además, Latinoamérica también se caracteriza por ser la región líder en uso de redes sociales en el mundo. Un estudio de Comscore reveló que el 86,6% de los latinoamericanos acceden a redes sociales y, de enero a diciembre de 2022, realizaron 54.8 mil millones de publicaciones en Facebook, Twitter, Instagram y TikTok. Por otro lado, en relación al e-commerce, el mercado latinoamericano y caribeño alcanzó un valor de ventas minoristas de us$ 125.000 millones en 2022 y se prevé que para 2027, esta cifra supere los us$ 243.000 millones, según Statista.
Por lo tanto, la transformación digital, respaldada por la expansión de la infraestructura de Internet y el sólido compromiso en redes sociales, no solo se trata de mantenerse al día, sino también de liderar el camino y anticiparse a las interacciones de los clientes. Las empresas que coloquen al cliente dentro de su estrategia, brindándole una experiencia personalizada, serán más exitosas en el 2024 y más allá.
En segundo lugar, la Inteligencia Artificial Generativa llegó para quedarse y revolucionar el panorama corporativo. Hasta hace poco, la adopción de Inteligencia Artificial (IA) estaba reservada principalmente para las grandes corporaciones debido a su costo elevado. Sin embargo, herramientas accesibles como Chat GPT, impulsaron la democratización de la IA. Este cambio es particularmente relevante en una región donde el 98% de las empresas son pequeñas y medianas (Pymes).
El informe ”El valor y uso de la IA en el mundo empresarial”, elaborado por Neubox, revela que México está a la vanguardia de esta revolución: el 54.7% de las Pymes mexicanas ya incorporan inteligencia artificial generativa para potenciar sus procesos. Esto demuestra tanto la disposición de las empresas latinoamericanas para abrazar tecnologías avanzadas, como también la capacidad de las Pymes para competir en igualdad de condiciones con las grandes empresas.
En tercer lugar, de cara a 2024, el panorama de la IA y el aprendizaje automático está colocando los datos en la vanguardia de la toma de decisiones. El miedo generalizado a perder información lleva a los responsables de la toma de decisiones a reevaluar las inversiones, dando paso a lo que parece ser un ciclo prometedor de gestión del conocimiento. El consenso predominante enfatiza que contar con datos abundantes y bien gobernados es un requisito fundamental para el éxito. Para el próximo año, se anticipa un cambio significativo en la dinámica de los proyectos con el surgimiento de administradores de datos y ciudadanos de datos que ocuparán un lugar central. Su participación desde las primeras etapas de los proyectos es cada vez más frecuente, lo que marca una tendencia reconfortante en la gestión eficaz de datos.
Para afrontar los retos actuales y los que están por venir, es necesario un compromiso entre todos los agentes de la sociedad para aportar más transparencia y definir reglas y límites para el uso de la IA en aplicaciones empresariales.
La tecnología seguirá evolucionando para anclar y aprovechar los procesos de negocio. La cuestión es: ¿están las organizaciones adoptando las herramientas disponibles para guiar sus estrategias en un futuro dictado por constantes innovaciones tecnológicas? Si la respuesta es sí, tu empresa ya ha entendido la necesidad de implementar una cultura de innovación para sentar unas bases sólidas y exitosas en un futuro progresivamente impulsado por la tecnología.
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