La tecnología y la educación son dos aspectos que se complementan de manera casi que natural.
La educación como un medio de crecimiento, progreso y superación personal se ha convertido en un aspecto protagonista en la historia de vida de muchos colombianos que hoy son reconocidos internacionalmente. Este es el caso de la bogotana Alexandra Olaya-Castro, graduada en Física de la Universidad Distrital y, posteriormente, de la Universidad de los Andes, donde realizó una maestría en Ciencias Físicas, quien a sus 40 años se convirtió en la primera y única latinoamericana en recibir la Medalla Maxwell del prestigioso Institute of Physics de Londres, uno de los reconocimientos más importantes de la física teórica, que le ha sido otorgado a personajes como Stephen Hawking y al Nobel de Física Abdus Salam.
La disciplina, la perseverancia y el amor por lo que hace son algunos de los aspectos que han llevado a Alexandra a cumplir sus metas. Precisamente por eso, su historia hoy se ha convertido en ejemplo para todos aquellos colombianos que saben que en la academia encuentran una puerta al futuro. Ese futuro que hoy por hoy se ve marcado por la revolución digital y la apertura del ciberespacio, que han traído consigo una renovación en los modelos educativos, transformando y redefiniendo las posibilidades de los estudiantes que antes encontraban en su ubicación geográfica una barrera para poder acceder a la educación tradicional y virtual.
Aunque Colombia es un territorio que ha tardado en la expansión de sus redes y su conectividad, alternativas como el internet satelital han contribuido a enlazar los lugares más apartados del país y ampliar las opciones de los colombianos a la hora de prepararse y profesionalizarse sin tener que salir de sus casas. Hoy, la viabilidad de estudiar y acceder a la educación superior está al alcance de los ciudadanos que anteriormente se enfrentaban a obstáculos de conectividad e, incluso, a la ausencia de herramientas tecnológicas y digitales.
Es así como hacer parte de un programa académico a distancia o virtual, se ha convertido en una opción de progreso y crecimiento personal y profesional, así como un motor que impulsa el desarrollo de los diferentes territorios del país. Los espacios de formación educativa disponibles en el mundo digital son diversos y cuentan con una amplia variedad de enfoques, por ejemplo, el aprendizaje en línea, donde el proceso es totalmente virtual; la educación abierta y a distancia, que consiste en clases virtuales y asistencia a planta física, ya sea por parte del docente o de los estudiantes a una sede de la institución; y los cursos de duración corta, en los cuales entrarían los diplomados o los cursos de idiomas.
Y ha sido esta pluralidad la que ha incrementado el número de estudiantes, según lo demuestran las cifras del Ministerio de Educación que prueban que en los últimos cuatro años las matrículas a cursos online han aumentado cerca de un 100%.
El conocimiento que adquieren los nuevos educandos de la digitalización, proviene entonces de instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales. En el caso de la educación superior online, las universidades, tienen estructurados programas académicos donde los estudiantes reciben todo el material solo con acceder a los portales institucionales: textos, guías, archivos en formato PDF, libros web, audios, videos y material audiovisual ilustrativo.
“En HughesNet entendimos que el internet satelital es un habilitador de educación digital, por eso, y gracias a nuestro servicio, hemos logrado extender el panorama educativo y profesional para quienes antes no tenían la posibilidad de conectarse y poder hacer ese curso de inglés con el que tanto soñaba, ese programa académico en literatura de una universidad europea que le había llamado la atención por años o ese diplomado en marketing digital que le permitiría complementar su actual título profesional. Hoy, un gran número de poblaciones colombianas están empezando a navegar en el mundo cibernético, adquiriendo conocimientos de alto valor para su futuro”, comentó Roque Lombardo, Gerente General para HughesNet Colombia.
Es así como las posibilidades y los beneficios que ofrece la educación digital no solo se expanden a los ciudadanos, sino también a diferentes instituciones. Entidades como el SENA, la UNAD y Platzi que ofrecen programas académicos a distancia y virtuales, lograrían ampliar su catálogo y su población estudiantil al generar alianzas con proveedores de servicios como el internet satelital de HughesNet. “El desarrollo y crecimiento de los aprendices por medio de la formación online y de la implementación de herramientas tecnológicas, es la ventana que tienen los estudiantes para transformar sus vidas y las de sus comunidades”, agregó Lombardo.
En definitiva, los modelos de educación digital rompen las barreras geográficas permitiendo que cada persona pueda asumir su propia capacitación en el lugar donde se encuentre y en el momento que le sea más conveniente. El aprendizaje autónomo y el trabajo en equipo son valores que van de la mano de todo este ecosistema educativo que sigue tomando fuerza en las poblaciones apartadas del país.