Por Fabrício Ikeda, Director de Prevención de Fraude en FICO para América Latina
- Las economías más grandes y con regulaciones que permitan nuevos métodos de pagos abrirán sus puertas a nuevas tendencias y al Open Banking.
- México, Colombia, Chile y Perú ya ofrecen métodos innovadores, pero conforme ingresan nuevos jugadores en el mercado, se verán cada vez más servicios flexibles, rápidos, populares y de alta aceptación por los usuarios.
- Whatsapp cuenta con una gran penetración en los países de Latinoamérica y esto le da una gran ventaja al ofrecer métodos de pago utilizados por muchos a través de la aplicación.
Es una cuestión de tiempo que nuevos métodos de pago como WhatsApp inicien su expansión en varios países de América Latina. Recientemente, Mark Zuckerberg anunció la posibilidad de realizar pagos en Brasil a través de esta herramienta. Este nuevo método de pago abrirá puertas a nuevas oportunidades que impactarán, no sólo al sector bancario, sino también a sectores no financieros como el comercio minorista, las telecomunicaciones, los seguros y nuevos actores en el escenario.
En América Latina, hay sectores como el comercio minorista, telecomunicaciones y economía informal, en los que el uso del efectivo prevalece todavía. En 2019, a pesar de la alta bancarización de Colombia (85%), el uso de efectivo representó el 88.1% de las transacciones; en México, un 90% de la población utilizó el efectivo como principal medio de pago; mientras que el 99% de los hogares chilenos tiene el efectivo como método de pago más utilizado.
A finales de 2019 y a lo largo de 2020, la demanda de pagos digitales ha adquirido mayor relevancia en el mundo post pandemia para reducir el contacto directo y el uso del dinero, esto se ha sumado a nuevas tecnologías existentes que facilitan las transacciones electrónicas, lo que ha creado un mundo de posibilidades y ha hecho que muchas empresas inviertan en este mercado. Gran parte de esta inversión está relacionada con la forma de garantizar que en el nuevo ecosistema no se cometan fraudes ni delitos financieros, como el lavado de dinero, el abuso en el manejo de datos personales y el delito cibernético. Por lo tanto, el área de oportunidad está en la adopción de los nuevos métodos de pagos.
Los bancos y los nuevos jugadores están ingresando al mundo de los pagos P2P (persona a persona) para ofrecer servicios que les permitan recibir fondos entre las partes involucradas de una manera fácil y ágil. Ya sea para hacer una transferencia, pagar una factura o impuestos, usar un beneficio social o tener una aplicación con su propia billetera digital.
Las empresas ya consolidadas en el mercado, como los bancos tradicionales, deberán reinventarse, porque incluso en varios países las transacciones conciliadas en segundos o minutos no son nuevas.
Estas tecnologías colaboraron para que en América Latina aparecieran iniciativas de pago instantáneo, como PIX en Brasil, SPEI/CoDi en México, Yape o Plin en Perú, Transfiya en Colombia, entre otras.
Ahora, las transacciones tendrán efecto en segundos y serán valores irrecuperables. Es decir, en casos de fraude, será muy difícil recuperar las pérdidas financieras y, como consecuencia, habrá un impacto en la experiencia del usuario y el riesgo de imagen para las empresas involucradas. Peor aún serán los casos de empresas involucradas en algún tipo de corrupción o escándalo de lavado de dinero. Por lo tanto, la principal preocupación con los pagos online está relacionada con:
1- Verificar la identidad de los usuarios: El proceso de originación es el punto más crítico para detectar un intento de fraude o una posible falsedad de identidad en el mundo de los pagos online. Muchos desafíos están relacionados con los riesgos de malware, robo de datos, ingeniería social, capacitación de usuarios y phishing.
2- Combinar tecnologías y fuentes de datos para validaciones biométricas: Utilizar el aprendizaje automático y las tecnologías disponibles en el mercado para autenticar a los usuarios, pero al mismo tiempo, no crear procesos invasivos que afecten la experiencia del usuario.
3- Verificar el origen de los fondos y la idoneidad de las personas y las empresas: Nadie quiere que su empresa sea utilizada como un canal para recaudar fondos ilícitos u ocultar activos. Así como los pagos en línea brindan beneficios, como la rapidez y facilidad para ofrecer nuevos productos financieros, esto también abre brechas para posibles delitos financieros que pueden ocurrir en cuestión de segundos.
4- Monitorear transacciones con modelos analíticos cognitivos: Las transacciones serán 24x7 y ya no será posible llamar a un cliente a las 2 am para preguntar si reconoce o no una transacción. Sólo con los modelos analíticos y el poder de procesamiento que tenemos hoy, será posible combatir activamente los intentos de fraude y lavado de dinero.
5- Experiencia de usuario personalizada: No tiene sentido solicitar varios factores de autenticación (selfie, huella digital, comprobante de residencia, foto de identidad, etc.) para evitar fraudes porque impacta la experiencia del usuario. Los procesos simples y eficientes con sus tecnologías serán diferenciales entre las empresas.