El arte milenario mantiene tradiciones, pero evoluciona a pasos agigantados.
El venezolano, pero ya internacional, Axl Mauricio Rojas Murillo, reconocido artista del tatuaje, abre diálogo comentando sobre la importancia de mantenerse a la vanguardia sobre lo último en adelantos, “nuestra industria avanza a un ritmo muy acelerado y en los últimos años hemos visto no solo las agujas, tintas e implementos para tatuar, sino también las máquinas nuestra principal y más importante herramienta para llevar a cabo nuestros proyectos en este arte”.
De las bobinas al motor rotativo Rojas comenzó a tatuar en 2013, utilizando máquinas de bobinas electromagnéticas, las cuales hacen su movimiento debido a un corto que produce un impacto del fleje con un martillo, haciendo que la aguja se devuelva una y otra vez generando un recorrido continuo; sin embargo ese golpe debía ser calibrado para lograr los diferentes efectos en el tatuaje dependiendo del movimiento y la velocidad de la mano, comenta. “Solo hecho de montar mesa para trabajar nos tomaba mucho tiempo, así como el uso de varias agujas diferentes para el realismo, esto implicaba un armado de 5 a 6 máquinas con diferentes calibraciones, es decir alrededor de 1 hora y media de tiempo previo a empezar a tatuar”.
Pero poco a poco las máquinas fueron mejorando, y surgieron las máquinas rotativas que utilizan un motor rotativo que genera un recorrido más constante y parejo, sin necesidad de calibrar; de estas se derivaron las máquinas de última generación actuales, como la Flux de Fk irons, o la Solnova unlimited de Cheyene, que aparte de ser unas máquinas súper compactas y funcionales, cuentan con tecnología wireless, es decir que al ser inalámbricas, facilitan mucho la comodidad y evita cualquier tipo de contaminación cruzada debido al contacto del cable con el ambiente y demás objetos en la estación de trabajo.
“Estas máquinas a pesar de que siguen siendo solo herramientas y requieren el conocimiento y habilidad técnica de un artista para su correcto funcionamiento, aportan mayor efectividad y comodidad al momento de tatuar, eliminando la necesidad de pasar varias veces por la zona a tatuar, ya que son más efectivas, sumando el ahorro en tiempo a la hora del armado de varias máquinas, ya que las agujas que se usan estas máquinas son de cartucho y pueden usarse tantas agujas como la pieza lo requiera con una sola máquina, cambiándolas durante la sesión con un simple movimiento de encaje”.
La tecnología va marcando una huella en el arte milenario del tatuajes, y aunque aún se mantengan tradiciones de tatuajes con palitos de bambú, también los artistas vayan desarrollando nuevas tendencias y técnicas apoyándose en las nuevas máquinas que les permiten mayor libertad artística y seguridad a la hora de la inyección, garantizando una técnica sólida, concluye Rojas.
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