El uso cada vez más intensivo de ambientes de computación en la nube ha impulsado a las organizaciones a establecer mecanismos que les permitan garantizar que la información, aplicaciones e infraestructura que funciona en dichos entornos esté blindada ante cualquier eventualidad. Puede ser un fallo en el sistema, un ataque informático o errores humanos. Sin importar la razón, lo importante en la actualidad es que se deben establecer metodologías para mantener a salvo los datos en la nube.
Así lo afirma una investigación de la firma líder en soluciones de backup, recuperación y administración de datos, Veeam, que resalta que hoy más que nunca es crítico para los negocios tener la confianza de que su información está protegida y siempre disponible, independientemente de si está en ambientes on premise (infraestructura instalada en las oficinas de la empresa), en el edge computing (equipos desde los que acceden los usuarios) o en la nube.
De acuerdo con Ximena Valenzuela, Gerente Regional de Cuentas de VEEAM, el hecho de que más compañías empleen la nube para múltiples cargas de trabajo incrementa la necesidad de darle atención especial a dichos datos, teniendo en cuenta las crecientes amenazas que aquejan a las organizaciones que almacenan su información en la Red.
En este sentido, el informe de Veeam resalta 4 tendencias importantes para aquellas organizaciones que tienen entre sus prioridades establecer planes para proteger sus datos.
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Información respaldada en todo lugar. En la actualidad, es notable la cantidad de empresas que está llevando cargas de trabajo de la nube a sistemas on premise, y viceversa. Este ir y venir de información tiene una sola conclusión: las medidas para la protección de los datos deben enfocarse a respaldar no solo los flujos de trabajo que ya están en la nube, sino también a los que se llevan a datacenters propios. Lo importante en este aspecto es que la estrategia esté basada en las exigencias del negocio y responda a lo que busca la compañía.
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Protección para todo. Según Veeam, es sorprendente ver que algunas organizaciones subestiman la importancia de tener un respaldo de versiones anteriores de la información y de guardar los backups de los datos por un largo periodo. Así, muchas empresas se confían en la capacidad de resiliencia de los servicios en la nube, que las llevan a no realizar respaldo de los flujos de trabajo alojados en la nube. El mensaje es claro: las estrategias de protección de los datos deben mantener a salvo absolutamente todos los archivos y bases de datos que se ejecutan desde ambientes en la nube.
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Si muchas personas acceden a la información, los backups son la garantía. En las compañías con múltiples sistemas alojados en la nube es común que haya un número creciente de especialistas accediendo a dicha infraestructura. El acceso de diversos equipos a la información afecta la manera en la que una empresa debe asumir la seguridad de su información. Sin embargo, la tendencia indica que sin importar cuántas personas y en qué momentos accedan a los datos, un backup hecho de la manera adecuada será siempre garantía para salvaguardar el contenido.
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Tener respaldo, incluso si las aplicaciones lo ofrecen. En la nube son comunes las aplicaciones que ofrecen cierta capacidad de respaldo de la información. Entonces, si alguna eventualidad sucede, los equipos de TI tienen la capacidad de retroceder en el tiempo para restaurar lo que haya salido mal. Sin embargo, muchas organizaciones confían en este tipo de respaldo y no le dan el adecuado manejo a todos los datos, con herramientas que en realidad permitan un manejo completo del backup que sirva incluso en casos críticos. Es allí cuando las empresas entenderán que el backup ofrecido por las aplicaciones nunca remplazará al que se implementa de manera más avanzada.
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