Según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del año 2019 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 51,9% de los hogares colombianos tiene acceso a internet. Aunque más de la mitad de la población use este servicio, uno de los grandes retos es la conexión móvil. La ubicuidad del celular es fundamental para hacer posible la apropiación digital, pero en el estudio mencionado se demuestra que un 42% de la población no sabe utilizarlo.
Es por eso que, para promover el uso y desarrollo del comercio electrónico, es indispensable la inclusión financiera o adquisición de los pagos digitales por parte de los colombianos. De acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, en Colombia cerca del 80% de la población tiene al menos un producto financiero, lo que representa un buen indicador en términos de acceso, sin embargo, el uso todavía tiene un camino por recorrer y explorar.
Es claro que la forma de pago más utilizada en las ventas en línea son las tarjetas de crédito, una herramienta que, por lo general, la utilizan los estratos socioeconómicos medios-altos. Alrededor del 77% de las transacciones en internet que se realizan con dinero plástico, corresponden a acciones de compra, no obstante, solo el 22% de los colombianos tiene historial crediticio, el cual es requisito para tener una de estas tarjetas.
Acorde con el reporte State of Commerce, presentado por Salesforce, compañía líder en CRM a nivel global, el cual presenta los índices de e-commerce más relevantes del sector, el 66% de las grandes empresas están sustituyendo la experiencia de compra física por tiendas y canales digitales. Por otro lado, el 56% de las compañías esperan que la mayoría de sus ingresos provengan de estos medios en los próximos tres años.
En cuanto a organizaciones B2B, el 83% ya está vendiendo en línea y la mayoría siguen invirtiendo en este campo. De hecho, se ha convertido en el canal principal de ventas. Casi una de cada tres organizaciones B2B informan que el 50% o más de sus ingresos totales provienen de ese medio. Es claro que seguirá teniendo gran acogida entre los consumidores, incluso cuando la sociedad aprenda a vivir definitivamente con el Covid-19: el 68% de los consumidores en todo el mundo aseveran que continuarán adquiriendo productos esenciales por los canales digitales.
Teniendo en cuenta esto, en medio del Congreso Internacional de TIC, ANDICOM, Jorge Ortiz Viveros, Solution Engineer especializado en e-commerce en Salesforce, afirmó que “durante la pandemia las organizaciones tuvieron que subir sus expectativas frente al estado de su medio digital, hoy en día las empresas deben reclutar la cantidad de talento humano necesario para lograr administrar un hub potente, incluso, las compañías deben invertir en capacitación para el equipo de esta área, esto con el fin de incrementar sus habilidades estratégicas en dicho universo”.
Cabe resaltar que, el comercio electrónico tiene la capacidad de hacer trazables los intercambios económicos de las personas y ofrece una amplia inclusión financiera a la sociedad. Medir cómo el e-commerce contribuye al desarrollo económico se ha comenzado a trabajar con más confiabilidad y calcularlo a través del desarrollo económico transfronterizo es uno de los retos más relevantes que sostiene el sector.
El comercio en línea tiene la capacidad de aportar una diversificación en las canastas y aparece como una alternativa para que las empresas puedan variar su ruta de mercado y ampliar las posibilidades del país en términos de exportación.
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