
Por Juan David Ardila, Sales Director en Keyrus
Casos en agro, retail, gobierno, entre otros.
El avance acelerado de la tecnología y la creciente demanda de soluciones digitales en el mundo empresarial plantean una pregunta fundamental: ¿realmente sabemos qué queremos resolver con la tecnología? La tendencia actual muestra que muchas compañías en Latinoamérica buscan implementar inteligencia artificial (IA) y otras herramientas digitales sin una comprensión clara de sus necesidades reales. La transformación digital, lejos de ser solo la adopción de nuevas tecnologías, debe centrarse en el factor humano para garantizar su efectividad y sostenibilidad.
Una de las principales necesidades que enfrentan las empresas hoy es integrar la tecnología como una herramienta que impulse la eficiencia y la rentabilidad sin perder de vista el componente humano. La tecnología, en sí misma, no es el fin, sino el medio para mejorar procesos, optimizar tiempos y generar mayor valor tanto para los colaboradores como para los clientes. En este sentido, la humanización de los procesos implica no solo entender qué tecnología implementar, sino también cómo hacerlo de manera que beneficie a las personas involucradas.
La clave está en la gestión del cambio. Adoptar tecnología sin una estrategia clara puede generar resistencia, frustración y una inversión poco efectiva. Por ello, las organizaciones deben priorizar la capacitación, la adaptabilidad y la comunicación interna para asegurar una transición exitosa.
En los últimos años, el time to market ha cobrado una relevancia significativa en la evaluación y adopción de nuevas tecnologías. Las empresas buscan soluciones rápidas, pero la agilidad sin estrategia puede derivar en implementaciones fallidas. Para que la tecnología sea realmente efectiva, la transformación debe ser integral, abarcando no solo la digitalización de procesos, sino también un cambio en la cultura organizacional, la estructura de los equipos y la forma en que se toman decisiones. Esto requiere mayor creatividad y estrategia.
Las áreas dentro de las empresas que han mostrado mayor urgencia por transformar sus procesos incluyen Recursos Humanos, Logística, Legal y Finanzas, entre otras. Todas han sido impactadas por la IA y otras soluciones digitales, impulsadas por la necesidad de mejorar la eficiencia, aumentar ingresos y optimizar la experiencia del usuario final.
Casos de innovación en sectores clave:
El impacto de la transformación digital se ha hecho visible en diversas industrias, como el agro, la salud y los pequeños comercios. Algunas, como el retail —principalmente el de moda— han llevado la delantera debido al volumen de datos con los que trabajan y su profundo conocimiento del cliente. Sin embargo, hoy todos los sectores tienen el potencial de aprovechar sus datos. Sectores como el agro y el público han desarrollado innovaciones clave que demuestran el potencial de la tecnología cuando se implementa con un enfoque humano y estratégico.
En el sector agropecuario, la tecnología ha permitido avances en la recolección de datos en tiempo real para optimizar la toma de decisiones en la siembra y cosecha. Sensores IoT, drones y plataformas de análisis de datos se utilizan para monitorear variables como la humedad del suelo, los niveles de nutrientes, las condiciones climáticas y la presencia de plagas.
Los agricultores pueden acceder a información precisa sobre el mejor momento para fertilizar o regar sus cultivos, lo que no solo mejora la productividad, sino que también reduce el desperdicio de recursos y minimiza el impacto ambiental. Además, herramientas basadas en IA pueden predecir patrones climáticos, ayudando a los agricultores a prepararse para fenómenos extremos como sequías o lluvias intensas.
Por otro lado, en el sector público, la tecnología está desempeñando un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Un caso concreto es la implementación de sensores IoT para medir la calidad del aire en ciudades con altos niveles de contaminación. Estos sensores recopilan datos sobre la concentración de partículas contaminantes, lo que permite a las autoridades tomar decisiones informadas sobre políticas ambientales y restricciones vehiculares.
La transformación digital no es solo una cuestión tecnológica; es un cambio de paradigma que debe abordarse con un enfoque humano. Las empresas que realmente deseen aprovechar la tecnología de manera efectiva deben partir de una comprensión clara de sus necesidades y del impacto de estas soluciones en las personas dentro y fuera de la organización.
El futuro de la transformación no está solo en adoptar IA o digitalizar procesos, sino en construir estrategias integrales que alineen la tecnología con los objetivos empresariales y, sobre todo, con las personas. Las organizaciones que logren humanizar la tecnología serán las que lideren el cambio en la nueva era digital.
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