Cuando el mundo pasó de ser presencial a híbrido, los operadores de telecomunicaciones ayudaron a adaptarse. Proporcionaron la conectividad que impulsó nuevos modelos de comercio y educación, y fomentaron la colaboración -y la comunicación- en una época de extremo aislamiento.
En el proceso, las empresas de telecomunicaciones abrieron la puerta a nuevas oportunidades y fuentes de ingresos en el ecosistema digital. La cuestión es si están lo suficientemente preparadas para aprovechar el potencial.
Las empresas de telecomunicaciones tienen que cerrar las brechas entre sus niveles de madurez actuales y su aspiración de utilizar los avances digitales como trampolín para aprovechar nuevas oportunidades y nuevas fuentes de ingresos.
Durante los bloqueos de 2020, las telcos proporcionaron una conectividad crucial y, a nivel mundial, experimentaron un aumento del 30 % interanual en el tráfico de datos. Sin embargo, otros actores -como los gigantes del video en streaming que construyeron sus negocios sobre la infraestructura de telecomunicaciones- han tenido mucho más éxito en la monetización del crecimiento del tráfico que los mismos operadores.
Así que, hay que revisar que la transformación digital se ha convertido en un estado ideal al que todos quieren llegar, la diferencia está en cómo se llega a ella. En el caso de las telcos (al igual que sucede con industrias como la financiera), no hay otra forma que crear culturas de empresas impulsadas por los datos (el aprovechamiento de ellos).
Para alcanzar este objetivo, los líderes de las telcos deben preguntarse antes que nada ¿qué tanto están invirtiendo en temas de analítica, Inteligencia Artificial, Machine Learning y qué tanto valor añadido están viendo de esas inversiones? ¿Está siendo suficientemente rentable esta inversión? ¿Se está haciendo un uso práctico de las soluciones analíticas en las operaciones y se están utilizando para crear los tan anhelados nuevos modelos de negocio o de ingresos por parte de la compañía?
Hasta ahora, en una empresa de telecomunicaciones promedio, la analítica es considerada como una solución que ayuda a preparar informes y resúmenes de, por ejemplo, el porcentaje del plan de ventas anual para el canal de la tienda electrónica. Un analista puede contar en Excel cuántos ingresos y gastos genera una determinada actividad o construir unos misteriosos “modelos” que indican a qué cliente hay que hacerle una mejor oferta de retención.
Todo esto es correcto. Pero desde una perspectiva más amplia, podemos decir que la analítica saca la mayor inteligencia posible de los datos y utiliza los insights que de allí se extraen como base para mejores decisiones empresariales. Puede tratarse de la generación de un simple informe a partir del sistema de origen, el desarrollo de un caso de negocio o la creación de un modelo para identificar a los clientes con mayor propensión a la pérdida de clientes.
Utilizando los vastos conjuntos de datos que tienen a su disposición, las empresas de telecomunicaciones pueden obtener un conocimiento exhaustivo sobre sus clientes, la capacidad de la red y los procesos operativos.
Ahora mismo, vale la pena que cada vez más telcos traten de invertir más recursos en analítica, ya que estos activos aportan beneficios cuantificables y probados. La analítica encaja perfectamente en las tendencias de mercado que se observan actualmente, que incluyen digitalización de los contactos con el cliente y traslado de la relación cliente-empresa a canales remotos
Nuestras noticias también son publicadas a través de nuestra cuenta en Twitter @ITNEWSLAT y en la aplicación SQUID |