Imaginemos que podemos reducir el tiempo que nos lleva descubrir nuevos medicamentos de años a días. Un computador de alto rendimiento (HPC) es capaz de resolver este y otros tipos de problemas científicos avanzados mediante simulaciones, modelos y análisis.
La computación de alto rendimiento es una tecnología que utiliza el procesamiento paralelo para procesar datos y realizar cálculos complicados de forma eficiente y fiable a altas velocidades. Esta solución proporciona la potencia de cálculo y el rendimiento necesarios para ejecutar aplicaciones avanzadas y resolver problemas complejos.
El informe Techvision 2022 de Accenture, destaca que la HPC ayuda a las organizaciones a procesar y utilizar enormes franjas de datos que son inalcanzables, por su costo y poderío, para la computación tradicional. Con la evolución del aprendizaje automático y el internet de las cosas (IoT), esta tecnología se ha adaptado y está siendo utilizada por diferentes empresas en varios sectores, abriendo las puertas de la Cuarta Revolución Industrial al ayudar a resolver muchas de las problemáticas más importantes del mundo.
Por ejemplo, los sistemas HPC pueden utilizarse en aplicaciones de aprendizaje automático altamente avanzadas donde se analizan grandes cantidades de datos, por ejemplo, investigación del cáncer para detectar el melanoma en imágenes.
Así mismo, pueden servir para realizar análisis de grandes conjuntos de datos a través de la comparación rápida y a la correlación de grandes conjuntos de datos para complementar investigaciones y resolver problemas académicos, científicos, financieros, comerciales, gubernamentales, de salud y de seguridad cibernética.
De aquí en adelante, la computación de exaescala continuará prometiendo avances en la medicina personalizada, la captura de carbono, la astrofísica, la economía de mercado y los biocombustibles. También permitirá a los especialistas pronosticar mejor el clima, resolver problemas matemáticos más complejos, explorar los confines del universo y crear una red energética más inteligente.
La computación de alto rendimiento está definiendo, entregando y acelerando la nueva era de la computación: en el lugar, el momento y de la manera que lo necesitan las organizaciones. En un mundo donde la adaptación ha pasado de ser generacional a realizarse en tiempo real, las empresas necesitan acelerar la evolución digital con información e innovación bajo demanda.
Para colaborar con el esfuerzo colectivo de alcanzar el siguiente nivel en la era de la supercomputación y los grandes beneficios que estos sistemas podrían traer para la comunidad, AMD ha dedicado esfuerzos de investigación y recursos para mejorar el rendimiento, la eficiencia energética, la fiabilidad y la capacidad de programación de los sistemas informáticos del futuro.
Con nuestras tecnologías, la comunidad de HPC puede innovar e impulsar ideas gracias a una computación de alto rendimiento revolucionaria y funciones de seguridad avanzadas, para ayudar a conseguir resultados como nunca. Por ejemplo, los procesadores AMD EPYC™ están diseñados para manejar grandes conjuntos de datos científicos y de ingeniería, ideal para cargas de trabajo de HPC, modelos de cómputo intensivo y técnicas de análisis avanzado. Además, esta línea es utilizada en algunos de los centros de datos y las supercomputadoras más grandes y escalables del mundo, ayudándoles a alcanzar el mejor rendimiento para innovar a lo grande y conseguir resultados en menos tiempo.
En adelante, los desarrollos que vengan deben ser más veloces, ecológicos y capaces de proteger los datos. Esto significa obtener un rendimiento óptimo sin tener que sacrificar eficiencia energética ni espacio físico, lo que se traduce en un diferencial enorme que ayuda a las empresas a cumplir con sus metas de sustentabilidad. De hecho, grandes compañías multinacionales han visto ahorros en su consumo energético de hasta el 50%, manteniendo la misma carga de aplicaciones y servidores.
Por lo mismo, a 2025 AMD garantizará 30 veces más eficiencia energética para los procesadores y aceleradores que impulsan los servidores para entrenamiento de IA y HPC. Una muestra de ello es el potenciamiento de la compañía al sistema Frontier del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (ORNL), la supercomputadora más rápida y con mayor eficiencia energética del mundo, según las últimas listas Top500 y Green500.
Hoy en día, la evolución digital no es una pregunta, es un requisito. El éxito o el fracaso dependen de que tan rápido y bien se adaptan e innovan las empresas. Emplear métodos de statu quo para resolver los problemas más urgentes ya no va a funcionar, la comunidad global requiere un enfoque exponencialmente diferente.
Por eso la supercomputación se mantiene como una parte crucial de este nuevo enfoque y evoluciona rápidamente para responder a los requisitos enormemente diferentes de la actualidad. Dado que los datos y los análisis se están convirtiendo en una herramienta empresarial esencial, el camino de la informática de alto rendimiento seguirá disparándose en los próximos años
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