La evolución del Internet de las Cosas admite un amplio rango de perspectivas en el mercado y varía de una industria a la otra. La industria de las aplicaciones domésticas lo percibe como un mundo de accesorios conectados, mientras la industria de la logística lo vislumbra como una dimensión en la cual es posible el rastreo de cada recurso en tiempo real. Algunas industrias creen que se trata de convertir productos en servicios. Otras interpretaciones apuntan a la Big Data y a las 3 V (Volumen, Velocidad y Variabilidad) de datos para el análisis predictivo. Aunque el término Internet de las Cosas fue acuñado en 1999 y los desarrollos relacionados empezaron desde aquel entonces, todavía estamos desentrañando cuál es su verdadera influencia en el mundo de hoy.
Miremos el ejemplo del iPhone: hace 10 años era un pequeño teléfono táctil con una pantalla de 3,5 pulgadas y analicemos lo que es hoy. Lo mismo se puede estar esperando del IoT. En el futuro cercano, el término Internet de las Cosas (IoT) se puede volver superfluo, dado que más y más objetos estarán conectados.
Colocando las cosas en perspectiva, el IoT será mucho más significativo que la iluminación inteligente conectada. La vinculación entre todas las cosas puede cambiar radicalmente nuestro entorno y la forma en la cual interactuamos con las cosas.
En Perú, el fenómeno del aumento del porcentaje de conexiones a internet se dio entre 2012 y 2016, periodo en el cual se triplicó: pasó del 19.8% al 66.5%. De esta manera, la tasa de uso de internet en la población peruana continúa en aumento, liderada por el segmento socioeconómico D y el grupo de personas entre los 30 y los 35 años, según cifras del Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL).
La adquisición de equipos de telecomunicaciones sigue en expansión por todo el país, debido a la demanda de dispositivos que permiten una conexión móvil a Internet. La irrupción de los smartphones ha superado el crecimiento de otros equipos móviles como computadoras portátiles o tablets. También las amplias posibilidades de consumo de entretenimiento digital se han disparado gracias a las Smart TV. En sólo dos años el consumo de Smart TV casi se ha triplicado entre los hogares con internet fijo.
Gartner predice que en 2020 habrá 20 millones de dispositivos conectados a internet y también estima que las cosas conectadas superarán en número a los humanos en proporción de 4 a 1. De acuerdo con lo anterior, y sumado a las cifras de locales ya mencionadas, podemos decir que Perú en conjunto con otros países de la región son mercados sumamente atractivos y encaminados a un mayor despliegue de IoT.
A continuación, una serie de reflexiones sobre las tendencias del IoT:
La adopción del Internet de las Cosas se está acelerando
El Internet de las Cosas es usado extensivamente en servicios públicos, la industria del gas, los combustibles y de logística. En otras industrias como las de aplicaciones domésticas, maquinaria de construcción, servicios de salud, etc., también se está intensificando la inversión en IoT. Estas industrias están ahora en el proceso de entender cuáles son los beneficios de invertir en IoT.
Se espera un crecimiento tremendo en la monetización del mercado de IoT
La monetización del mercado del Internet de las Cosas es la forma de generar ingresos a través de los productos y servicios compatibles con IoT. A partir del crecimiento de la penetración en el mercado de los dispositivos de IoT, una significativa cantidad de datos se genera y es usada hoy para beneficiar a los negocios, como reducir los costos, subir la eficiencia, alcanzar nuevos mercados, reinventar procesos, etc. De acuerdo con Investigación y Mercados [1], se espera que el mercado global de monetización de IoT crezca con un CAGR de aproximadamente 53 por ciento durante el periodo 2016-2023.
La evolución es esencial al ciclo de vida del IoT
En este mundo desconectado puede resultar complicado entender las capacidades y beneficios del Internet de las Cosas. Si empezamos a conectar más y más dispositivos y a recopilar datos, mayores oportunidades pueden aflorar.
Se necesitarán avances en infraestructura y en tecnología de sensores
Aunque los sensores se están abaratando, la cantidad y diversidad de datos que recopilan reflejan lo poderosos que son. Necesitaremos una redefinición completa de la arquitectura para manejar las 3V (Volumen, Variedad y Variabilidad) de datos generados por los sensores en el futuro de un mundo conectado. Para analizar esta gran cantidad de datos y dar con información reveladora se requerirán herramientas computacionales más avanzadas.
El IoT tiene una travesía complicada ante sí
El desarrollo del Internet de las Cosas luce fácil ahora que los precios de los sensores han disminuido y que la tecnología Bluetooth y el Wi-Fi están disponibles en todos lados. Es sencillo instalar un sensor y empezar a colectar datos para su análisis, pero los retos residen en si los sensores pueden ser monitoreados en remoto o si las actualizaciones pueden ser enviadas al sensor. Si el sensor es seguro, desechable o útil, o si el sistema del sensor es seguro y su costo efectivo.
Estamos en las primeras etapas hacia la conexión de nuestro mundo. Sería difícil predecir cuál puede ser el futuro del Internet de las Cosas bajo la perspectiva limitada que tenemos hoy. Pero lo que es seguro es que ese mundo conectado brindará diferentes beneficios y será un apoyo fundamental para el consumidor.