Por: Aquiles Rodriguez, CEO de HerosTech / MoveWireless

MoveWireless impulsa en LatAm una red Wi-Fi que habla todos los idiomas y conecta generaciones

¿Te has preguntado por qué tu dispositivo antiguo aún se conecta como si nada? Este no es solo un detalle técnico: es el resultado de una filosofía de conectividad que muy pocos entienden, pero que hoy está redefiniendo la inclusión digital en Venezuela y LatAm.

En un apartamento cualquiera, pueden convivir más de 60 dispositivos conectados a un solo router, desde un iPhone 15 Pro hasta una nostálgica Nintendo Wii. Esto no es un milagro casual, sino el resultado de más de dos décadas de evolución tecnológica enfocada en una sola palabra: interoperabilidad. Y es allí donde MoveWireless ha encontrado su inspiración para liderar una nueva ola de conectividad: construir redes que no solo piensen en el futuro, sino que respeten el pasado y el presente digital de sus usuarios, desde los más avanzados hasta aquellos con equipos modestos.

Mientras otros mercados descartan lo “viejo”, en LatAm la realidad es distinta. La fragmentación tecnológica, la obsolescencia programada y las brechas de acceso hacen que cada punto de conexión deba ser inclusivo. Y es aquí donde MoveWireless da en el clavo. Su modelo de red distribuida con autenticación Passpoint, SIM y gestión basada en estándares abiertos como 802.1X y RADIUS, toma lo mejor del ecosistema Wi-Fi global y lo adapta al contexto local. No se trata solo de “dar Wi-Fi”, sino de hacerlo de forma sólida, escalable y respetuosa con el parque de dispositivos ya existentes.

Como explica su CEO, Aquiles Rodríguez: “No puedes hablar de transformación digital sin respetar el ciclo de vida real de los dispositivos. En Venezuela, un hotspot no es solo un servicio: es una necesidad, una solución y, muchas veces, la única vía de inclusión digital. Pensar en un centro comercial, una clínica o un espacio público sin Wi-Fi hoy es tan absurdo como imaginarlo sin ascensor… o sin aire acondicionado en agosto.”

Desde el HomePod que aún se conecta vía Wi-Fi 4 hasta los sensores de casas inteligentes que solo hablan 2.4 GHz, la retrocompatibilidad ya no es solo una característica: es una promesa tecnológica y social. Pero mantener esa promesa requiere más que voluntad. Requiere inversión, pruebas reales y una visión que entienda la complejidad del ecosistema latinoamericano. En países como Venezuela, donde la infraestructura es limitada y cada dispositivo debe durar más de lo que dictan las hojas de especificaciones, conectar “lo nuevo con lo viejo” no es un lujo: es un derecho digital.

MoveWireless lo entiende. Y no solo por razones técnicas, sino porque está inmerso en una realidad donde el parque de dispositivos es profundamente heterogéneo, con terminales que datan de hace más de una década conviviendo con modelos de última generación. A esto se suma un hecho crítico: no existe un control efectivo de homologación por parte de los operadores móviles, lo que facilita la entrada constante de dispositivos sin certificación, mal optimizados y altamente dependientes del Wi-Fi para poder funcionar. Peor aún: muchos de los nuevos modelos low-cost ni siquiera incluyen módem celular completo, sino que dependen exclusivamente de Wi-Fi para su conectividad. Es decir, si no hay una red Wi-Fi robusta, segura y accesible, ese dispositivo queda desconectado del mundo digital.

Por eso MoveWireless despliega redes que hablan todos los idiomas del Wi-Fi, incluso cuando otros actores del mercado ya quieren enterrar los 2.4 GHz como si fueran parte del pasado. Porque para millones de personas en LatAm, esa banda sigue siendo la puerta de entrada a Internet.

En un mercado donde la rapidez muchas veces se impone sobre la calidad, MoveWireless se apega a lo esencial: que todo funcione para todos. No importa si el dispositivo tiene 10 años o si salió ayer de fábrica. La red de MoveWireless, como el Wi-Fi que la inspira, está diseñada para durar, adaptarse y resistir el paso del tiempo. En una región donde millones de personas dependen de tecnologías mixtas, obsoletas o fragmentadas para conectarse cada día, esto no es un tema técnico: es una política activa de inclusión digital, una apuesta por no dejar a nadie atrás en la era de la conectividad.

Mientras el mundo debate la muerte de los 2.4 GHz, en Venezuela siguen siendo el salvavidas digital de miles de hogares, comercios y espacios públicos. Y aunque muchos fabricantes de APs y CPEs ya sueñan con un futuro basado exclusivamente en bandas de 5, 6 e incluso 7 u 8 GHz, MoveWireless entiende que los sueños deben construirse desde la realidad. Una realidad donde el dispositivo promedio aún depende de la banda más básica para acceder al mundo digital, y donde las redes deben ser tan diversas como los equipos que se conectan a ellas.

Por eso, con hotspots comunitarios inteligentes, alianzas de offload con operadores móviles, y un compromiso real con la retrocompatibilidad activa, MoveWireless se posiciona como una de las propuestas más resilientes y visionarias de la región. Porque en este lado del mundo, más que futurismo, lo que se necesita es conectividad con impacto inmediato y sostenible.

¿Tienes una opinión sobre el futuro de la conectividad en nuestra región? ¿Tu red se adapta a la realidad de tus usuarios o vive en el showroom de las marcas? Comparte tu punto de vista y hablemos de cómo construir redes que realmente funcionen para todos.

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