• Las cámaras especializadas en detección de fuego pueden  activar una alarma más rápidamente que un sensor de humo.
• En el último mes se reportaron dos incendios en fábricas en Colombia.

La inteligencia artificial IA hace un tiempo dejo de ser parte de la ciencia ficción para entrar a la vida de las personas y las empresas, protagonizando una revolución en el mundo de la tecnología. Papel protagónico que toma debido a la necesidad de las grandes industrias de tener una infraestructura de seguridad flexible e inteligente para garantizar operaciones seguras que, en algunos casos, las capacidades humanas no pueden proveer.

La IA es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que tengan capacidades similares a las del ser humano y que permitan optimizar tiempos, recursos y generar soluciones eficientes. Dentro de este abanico de sistemas se encuentran las cámaras de video vigilancia. Existen distintos tipos de cámaras, entre ellas se encuentran las de reconocimiento facial, seguimiento o mapas de calor, dispositivos que suelen ser utilizados en diferentes escenarios como el comercio, las empresas o y los parques industriales.

En el último mes se reportaron dos incendios en fábricas en Colombia, una en Bogotá y otra en Antioquia, las cuales dejaron pérdidas millonarias, estos accidentes se hubieran podido prevenir con un sistema de seguridad idóneo. De tal manera que, incluso, dentro del desarrollo tecnológico se han implementado sistemas que se adaptan a las necesidades de seguridad y vigilancia que se den en un momento o lugar particular.

En este sentido, una necesidad puntual que atañe a diferentes sectores de la industria es la medición de temperatura, y es allí donde la AI toma un papel relevante, pues las cámaras térmicas son capaces de hacer termometría, es decir, de medir la temperatura de áreas o zonas específicas y detectar si los niveles están fuera del rango normal. “identifica la radiación del cuerpo caliente la transforman en una imagen visible con colores térmicos; de esa manera y por medio de alamras y prealarmas es posible ver en qué momento va a ocurrir un incendio, permitiendo así tomar medidas preventivas, y evitando potencialmente un incendio desde el principio ya que pueden activar una alarma física, incluso, más rápido que un sensor de humo” explicó Stefan Li, Director de Productos Térmicos de Hikvision.

Las cámaras con AI tienen, por ejemplo, la capacidad de distinguir entre una persona y un vehículo, aunque se encuentren próximos.; Para ello, los identifica como dos objetos diferentes, lo que permite mejorar la precisión en la percepción, disminuir errores o falsas alarmas, y localizar sin dificultad, amenazas potenciales en condiciones de baja visibilidad, detectando la emisividad de radiación latente de un objeto, independientemente de la luz visible, lo que les permite funcionar en cualquier condición climática y horaria. Su uso es adecuado para diversos establecimientos o escenarios, como edificios residenciales, oficinas, obras de construcción, estacionamientos, puntos de venta, y almacenes o bodegas, entre otros.

Pero este no es su único beneficio, para quien tenga espacios con posibilidad de sobrecalentamiento como industrias, bodegas o establecimientos con líquidos inflamables o combustibles, las cámaras con IA proporcionan mediciones de temperatura sin contacto, lo cual permite evitar siniestros potenciales, alertando el origen calórico mediante una alarma que se activa más rápido que un detector de humo convencional.

Actualmente, estas soluciones cuentan con internet de las cosas (IOT) ofrececiendonuevas y mejores alternativas a menor costo, más avanzadas, fáciles de usar y se ajustan a las necesidades, los espacios y los propósitos del cliente. El desempeño de la defensa perimetral con IA permite mayor precisión y menores costos al reducir el número de falsas alarmas.

Para el año 2025, los consultores pronostican que los ingresos del mercado de la tecnología de analítica de video y sistemas de gestión, por ventas de soluciones de hardware, crecerán a un ritmo anual de 10,4 %, hasta US$74.600 millones.